La araña violín (nombre científico Loxosceles rufescens) es una araña perteneciente a la familia Sicaridae. Es una araña bastante pequeña, con una longitud corporal de no más de 9 mm y un máximo de 4-5 cm con sus patas.
Generalmente es una araña muy miedosa que no ataca a los humanos, excepto cuando se refugia en zapatos, cajas y ropa. Normalmente su picadura no causa mayores consecuencias, pero una de cada tres veces, cuando inyecta su citotoxina, entonces es dolorosa.
Este veneno provoca en algunos casos, a menudo en personas débiles o debilitadas, un estado de necrosis y gangrena de los tejidos que puede resolverse mediante cirugía plástica. Vive en zonas urbanas, de ahí su peligrosidad y su fama.
La araña violín (nombre científico Loxosceles rufescens) es una araña perteneciente a la familia Sicaridae. Es una araña bastante pequeña, con una longitud corporal no superior a 9 mm y un máximo de 4-5 cm con sus patas. Hablando de Europa, su presencia está documentada en la Península Ibérica, Francia, Italia, Croacia, Grecia y Turquía (la llamada Europa meridional).
Por lo general, es una araña muy temerosa que no ataca a los humanos, salvo cuando se refugia en zapatos, cajas y ropa. Normalmente su picadura no causa mayores consecuencias, y basta una limpieza con agua y jabón para estar a salvo, pero en un tercio de los casos inyecta su citotoxina, un potente veneno, raramente mortal pero ciertamente capaz de causar muchos problemas.
Este veneno provoca en algunos casos, a menudo en personas débiles o debilitadas, un estado de necrosis y gangrena de los tejidos que puede resolverse recurriendo a la cirugía plástica. Vive en zonas urbanas, de ahí su peligrosidad y su fama. El nombre científico de lo que provoca la picadura de esta araña es loxoscelismo, es decir, la formación primero de un edema y después de una úlcera necrótica más o menos extensa que puede persistir varios meses antes de curarse.
En caso de picadura, las directrices del Hospital Niguarda de Milán (Italia) recomiendan lavarse a fondo con agua y jabón. Si se advierte la presencia de la araña por cualquier medio, conviene intentar capturar al animal y, aunque lo maten, conservarlo. Los síntomas aparecen en las primeras 48-72 horas.
Sin embargo, hay que subrayar que su peligrosidad real es mucho menor que la de otras especies que se encuentran, por ejemplo, en el continente americano. Sin embargo, como su picadura es indolora y a menudo es difícil detectarla in situ, también es difícil para los profesionales sanitarios trazar un cuadro clínico completo de los casos de loxoscelismo causados por la araña violinista.