Al igual que los caballos, las cebras pertenecen a la familia de los équidos. Este herbívoro es originario de las regiones oriental y meridional de África y, a diferencia de los demás miembros de los équidos, se distingue por su característico pelaje rayado.
Existen varias teorías sobre las rayas de las cebras. Para algunos zoólogos, sirven como mecanismo de camuflaje, mientras que para otros desempeñan un papel en las interacciones sociales de estos animales. Pero no sólo eso, las hipótesis formuladas a lo largo de los años son numerosas.
Algunos han llegado incluso a la hipótesis de que las rayas son una forma de defensa contra los insectos, que se sienten molestos por las rayas y, por tanto, menos inclinados a picar a las cebras.
Al igual que los caballos, las cebras pertenecen a la familia de los équidos. Este herbívoro es originario de las regiones oriental y meridional de África y, a diferencia de los demás miembros de los équidos, se distingue por su característico pelaje rayado. Existen varias teorías sobre las rayas de las cebras. Para algunos zoólogos, sirven como mecanismo de camuflaje, mientras que para otros desempeñan un papel en las interacciones sociales de estos animales.
Pero no sólo eso, las hipótesis formuladas a lo largo de los años son numerosas. Algunos han llegado incluso a especular que las rayas son una forma de defensa contra los insectos, que se sienten molestos por las rayas y, por tanto, menos inclinados a picar a las cebras.
Si algunos especulan con que las rayas de las cebras son una forma de interacción social, hay que decir que estos animales tienen muchos gestos típicos con los que interactúan entre sí. Entre ellos, saludarse frotándose la nariz, las mejillas, mordisquearse el cuello, los hombros o la espalda, pero también apoyar el hocico en el lomo del otro.
Las cebras viven en grupos y cada uno está dominado por un semental. Cuando los machos jóvenes alcanzan la edad de dos o tres años, abandonan el grupo y posteriormente crean el suyo propio, robando hembras a otros grupos.
La gestación de la cebra dura unos doce meses y se cría un potro por temporada. Al nacer, las crías pesan unos 25 kilos. El destete tiene lugar alrededor de los diez meses de edad.